MARATÓN A CORUÑA 2022. LA CARRERA.
El objetivo de la anterior maratón en La Pola Laviana (Asturias), en el mes de junio era romper las 3 horas y NO lo conseguí, hice 3:03, las circunstancias tampoco fueron las mejores, solo 46 participantes en Maratón, durante parte de la carrera estuvo lloviendo, además en los ocho primeros km corrí a un ritmo más elevado del que debía. El resultado fue, el que fue. Creo que lo podría haber conseguido, pero lo cierto es que no lo conseguí, y eso fue lo quedo.
Tenía tres meses para trabajar duro e intentarlo de nuevo en Coruña. Los entrenamientos fueron bastante duros por las fechas. Todo el que ha corrido una Maratón sabe que entrenar en el mes de agosto no es fácil y menos este año, 2022 con las olas de calor que ha habido. Algunos entrenamientos se quedaron a medias, no fue por no apretar los dientes, lo cierto es que algunas series no las pude completar. Por supuesto que la mayoría de entrenamientos los hice y con nota.
Me presento en la maratón de Coruña con el peso ideal 70 kg, y sabiendo que estaba en una disposición muy buena para hacer las 2:59:59. La estrategia que hemos elegido tanto Alejandro, el entrenador como yo ha sido la siguiente. Ritmo de 4:20 hasta el km 10, 4:15 hasta el 20, a 4:10 hasta el km 30, y 4:15 hasta el final. El tiempo sería 2:59:07.
La carrera comenzó a las 8:00 de la mañana, y la temperatura era perfecta para correr. Vino mi amigo Carlos, un chico de Santiago que durante un tiempo estuvo viviendo en Alicante e hicimos una bonita amistad, así que no corrí solo.
El Desayuno es el de siempre; cereales, fruta deshidratada, un vaso de leche vegetal y 100 gramos de pan blanco con miel. Pero no solo eso, hace ya dos maratones que tomo un concentrado de remolacha y una hora y media antes tomo 20 g de bicarbonato. Ya escribiré o haré un vídeo sobre porque tomar estas dos cosas. La remolacha no tiene ningún efecto secundario, pero el bicarbonato hay que probarlo muchas veces en los entrenamientos porque sí que puede arruinar la carrera.
Cuando comenzó la carrera me encontraba bastante concentrado en mi ritmo de 4:20. Fueron pasando los primeros km y mantengo el ritmo. En los primeros km se formó un grupo de unos nueve corredores. Siete hombres y dos mujeres, en el que por supuesto nos encontramos Carlos y yo. Disfrutamos mucho uniéndonos a un grupo. Todo era perfecto, la temperatura, el grupo de corredores, el ritmo que llevamos, todo iba bien, todo menos una cosa, mi estómago.
En el 15 km ya notaba que el estómago no me aguantaría toda la carrera y que tendría que parar. No quería reconocerlo, pero cada vez notaba que era inevitable. En el 20 km estuve a punto de tirarlo todo pierna abajo y arruinar la carrera, pero pude aguantarlo de milagro, sabía que tenía que parar y empece a observar cuál sería el sitio donde hacerlo.
22 km, una zona residencial y entre dos coches que estaban estacionados en batería decido que ese era el lugar. Sabía que abandonaría a un grupo muy bueno, un grupo que me podría haber llevado con mucha comodidad hasta el objetivo, por lo menos hasta el 30 km, porque también sabía que la mayoría de los que iba en ese grupo se caerían, lo sabía no por maldad, era experiencia.
Después de dejar todo lo que me sobraba entre dos coches y volver a la carrera, a los pocos metros el reloj me marca un nuevo km, el 22 km con un ritmo de 6:00, es decir, había perdido 2 minutos. Me encontraba fuerte y sabia que podría recuperarlos si el estómago me respetaba, pero no lo hizo. Pensaba que con parar y vaciar, iba a encontrarme bien, pero no fue así. El estómago me dolía mucho, y las ganas de ir al baño a pesar de que ya no tenía nada en el estómago no cesaban. Notaba como si tuviese una mano dentro del estómago que estuviese estrujando mis tripas sin compasión y a cada zancada que daba apretara más fuerte. Aun así decido seguir con el plan establecido y corro a un ritmo de 4:10, hasta el 32 km. En esos 10 km casi alcanzo al grupo con el que empece, dos corredores se habían salido y a todos los demás los adelanto y a 150 metros tengo a los únicos dos que quedaron, Carlos y a una chica que iba con él. Ahora creo que en ese momento debía haber apretado un poco más y haberme unido a ellos, pero no lo hice y en el resto de la carrera ya no pude. Del 32 al 37 fui a ritmo de 4:10, fue duro mantenerlo porque el estómago no me daba tregua, sentía la necesidad de ir a baño y el estómago se ponía cada vez más duro, nunca había tenido esa sensación, y estaba asustado, pero a la vez notaba un cierta fuerza en mi cuerpo que me tranquilizaba.
En el 38 km el ritmo fue de 4:30 en el 39 a un 4:22, 40 a 4:26 en el 41 a 4:39 y sorprendentemente en el 42 hice 3:39. Aún me quedaron fuerzas para mirar el rejo y poder pararlo justo cuando llegara a 42.195 y lo pare en 3:00:38. Si es cierto que el tiempo que vale es de la carrera, pero los metros que yo hice fueron eso. La organización tampoco marco el suelo para tener una línea por la que correr y no hacer metros de más. El tiempo de mi reloj no sirve para demostrar nada a nadie, solo para darme cuenta de que el trabajo hecho en estos meses desde junio hasta ahora han sido de una clara evolución. La rabia existe, pero como la vida es un aprendizaje constante y sé que las cosas no pasan por casualidad, estoy seguro de que esto me ha pasado como aprendizaje para la siguiente. De las 18 maratones, la próxima es la maratón más importante, es “LA MARATÓN”… Murcia 5/02/2023. Nada más cruzar la Meta entré en el baño y después de 15 minutos no podía hacer “kaka” me dolía mucho el estómago y sentía un gran malestar general, la fiebre comenzó a subirme. Llame al nutricionista para saber que debía hacer y me recomendó ir a la farmacia. Me dijo que tenía que tirar todo lo que tenía dentro de mí, porque la fiebre no paraba de subir. En la farmacia me recomendaron unas ampollas que debía introducir por el ano, y una vez dentro soltar un líquido, ese líquido hacía que lo expulsaras todo, en mi caso necesite dos y aún así, no pude tirarlo todo, pero mejore un poco. El estómago había sufrido mucho y necesitaría un tiempo para recuperarse. La conclusión final es que estuve muy cerca de mi objetivo y a pesar de lo que sufrí, el ritmo en ningún momento bajo de 4:30, eso me dice que tengo muy consagrado un ritmo de maratón de 4:10. Mi cuerpo y mi mente están preparados para el siguiente nivel.
Estoy listo para preparar “El Reto del Reto 17+1”