Se pasa de todo a nada, como la vida misma.
De todo lo que he escrito en todo este tiempo, estoy seguro que la frase que más he repetido ha sido: “correr una maratón es como la vida misma”, y no me cansaré de escribirlo porque así lo pienso.
Si la preparación de la Maratón es buena llegas al kilómetro 27 o 28 para disfrutar, tan bien que corres sin esfuerzo, entras en lo que hoy días se llama un estado de “flouw”. Lo estás disfrutando, tienes una sensación de poder y de bienestar, hasta que llegas al kilómetro 35 o 37 y de una zancada a la otra ocurre algo inexplicable. Ya no puedes más, tienes que bajar el ritmo, empiezas a dudar si llegaras a la
“Se pasa de todo a nada ”
En la vida si la preparación ha sido buena: Educación en casa, disciplina en los estudios, buenas relaciones de amistades. Puedes llegar a los 28 o 30 años con una buena posición, tanto económica como familiar, de pareja, incluso puedes tener el sueño que a todos nos han vendido. Casa con jardín, niño y niña ,es decir, la parejita, incluso un perro, y vacaciones en la playa.
Pero en el 35 o en el 37, o si no en el 40, seguro que tienes todas las papeletas de… ”Se pasa de todo a nada”
Tanto en una maratón como en la vida hay que saber seguir cuando has pasado de todo a nada. Porque sé por supuesto que se puede.